¿Y? Una gorda... ¿me desquinto?...

Después de esa experiencia en que bajo el flujo del alcohol pase una tarde realmente sexosa, viendo a dos personas coger en la misma cama que yo y mi pene sin levantarse, decidí que si mi amigo había podido conocer por Internet a dos mujeres dispuestas a coger el mismo día, yo podría hacer lo mismo.

Así que me clave en chats hasta dar con una chica, llamada Montserrat (su nombre real, no pretendo inventar nada en este blog).

Hablamos varios días por teléfono y fuimos directo al grano. Fue después de varias platicas que decidimos vernos. El problema inicial fue que nunca me mando foto y yo me deje guiar por su voz sensual, cachonda, atractiva.

Nos quedamos de ver en la estación del metro normal, recuerdo que la espere por casi una hora hasta que salí y le marque de un teléfono publico a su celular y me comento que venia en camino así como aclaro como venía vestida.

Espere desesperado hasta que vi bajar a una chica morena, gorda, chaparra, con los dientes chuecos, bajar del metro y la verdad es que no me busco, quizá estaba nerviosa, ella me diría más tarde que se había seguido de largo por que pensó que seguramente no estaría.

La vi, tal cual la descripción me había dado la seguí con la mirada, pero me decepciono tanto, la seguí a escasos metros pero nunca me atreví a hablarle, se subió de nuevo al convoy del metro y se fue.

Salí del metro y pensé que había estado bien que se fuera, pero estaba tan desesperado, no urgido, sino una desesperación de “dios no puede ser que siga siendo virgen a mis 19 años” Así que le marque de nuevo al cel, le dije que la había visto pero no había estado seguro que fuera ella, le comente la descripción y me afirmo que si era ella, y que en ese momento se saldría del vagón para tomar el de regreso y por fin ir a coger... la que sería mi primera vez, aunque la verdad es que nada salio como esperaba....