Mi novia tiene unas tetas hermosas, grandes, redondas, antojables. Cuando la conocí solo pensaba en el momento en que podría tocarlas y chuparselas.No dudo que a cualquier cabron que la ve en la calle, con alguno de los escotes o blusas ajustadas, se le haga agua la boca tal como me pasaba a mi.
La verdad es que se me siguen antojando, pero las he tocado, mamado, chupado y besado tanto que ahora veo otras y me provocan quizá mas deseo.
Admirable son aquellas parejas que llevan años, cogiendose lo mismo. No dudo que mi novia también sienta deseo cuando ve algun tipo galan en la calle, de sentir otro cuerpo, otros brazos.
Aunque podemos llegar a sentir esos deseos, los dos nos amamos, eso decimos, eso pienso, aunque nunca tendre una clara definicion de lo que es el amor.
Y ahora me siento más tentado a buscar otros cuerpos, otras tetas, otro culo, otra panochita, pero hasta ahora me ha sido literalmente imposible serle infiel, no me he animado y cuando las cosas se han podido dar he boicoteado las cosas para evitar verme tentado y sigo siendo fiel.
Tengo miedo de la rutina en el sexo, que deseemos otros cuerpos, que el sexo y nuestros besos se vuelvan tan comunes.
¿Qué hacer para evitarlo? ¿Acaso hay algo más excitante que las cosquillas que se sienten al sentir unos labios nuevos, un cuerpo nuevo?
